En Argentina, el 90 % de la población consume más sal que la recomendada.
El consumo habitual de sal en exceso es perjudicial para la salud: aumenta la presión arterial a cualquier edad y contribuye a las enfermedades del corazón, principal causa de muerte en la población adulta de nuestro país.
En Argentina, se estima que el consumo de sal es muy elevado: 10-12 gramos por día; la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda menos de 5 gramos diarios (1 cucharadita). Además, se calcula que la mayor cantidad de sal que consumimos proviene de los alimentos procesados, y no de la que añadimos al cocinar o comer.
Los grupos de alimentos que aportan mayor cantidad de sal son: panificados, galletitas, productos de copetín; productos cárnicos; quesos, sopas, caldos, aderezos y conservas. Algunos alimentos contienen elevada cantidad de sal y no son salados, ya que suelen presentar otros ingredientes que enmascaran su sabor.
La recomendación desde los organismos responsables de la salud pública es priorizar el consumo de alimentos naturales como frutas y verduras frescas, legumbres y cereales, carnes frescas y huevos. Una buena práctica es probar los alimentos antes de agregarle sal y elegir alimentos de elaboración casera, utilizando menos sal al prepararlos.
Cómo reducir la sal en casa
- Moderar el consumo de alimentos procesados.
- Cocinar sin sal, y de ser necesario, agregar un poco luego de la cocción.
- Evitar el salero en la mesa, también contribuye a desarrollar un hábito saludable en los niños.
- Realzar el sabor de las comidas con hierbas aromáticas frescas, especias, jugo de limón, ajo, etc.






