Un grupo de pacientes ciegos puede volver a leer tras recibir un implante en la parte posterior del ojo que les ha cambiado la vida.

Un cirujano que insertó los microchips en cinco pacientes en el Moorfields Eye Hospital de Londres afirma que los resultados del ensayo internacional son «asombrosos».

La tecnología ofrece esperanza a las personas con atrofia geográfica (AG), una forma avanzada de degeneración macular seca relacionada con la edad (DMAE) que, según las estimaciones afecta a unas 350.000 personas en el Reino Unido.

Un área minúscula de la retina en la parte posterior del ojo de quienes sufren esta enfermedad se daña gradualmente, lo que resulta en una visión borrosa o distorsionada. A menudo, se pierde la capacidad de percibir el color y los detalles finos.

El nuevo procedimiento consiste en la inserción debajo de la retina. de un diminuto microchip fotovoltaico, de solo 2 mm cuadrados y con el grosor de un cabello humano.

Luego, los pacientes se ponen unas gafas con una cámara de vídeo incorporada que envía un haz infrarrojo de imágenes de video al implante en la parte posterior del ojo, que las transmite a su vez a un pequeño procesador de bolsillo para que sean mejoradas y aclaradas.

Las imágenes son luego enviadas de vuelta al cerebro del paciente a través del implante y el nervio óptico, lo que permite devolverles algo de visión.

Esta nueva tecnología médica requiere también esfuerzo de los pacientes, que deben pasar meses aprendiendo a interpretar las imágenes.

Mahi Muqit, cirujano oftalmólogo consultor en el Moorfields Eye Hospital de Londres, que dirigió la sección del ensayo en el Reino Unido, dijo que se trata de una «tecnología pionera y que cambia la vida».

«Este es el primer implante que ha demostrado dar a los pacientes una visión significativa que pueden usar en su vida diaria, como leer o escribir. Creo que este es un avance importante», afirmó.

Para la investigación, publicada en el «New England Journal of Medicine», 38 pacientes con atrofia geográfica en cinco países europeos participaron en el ensayo del implante Prima, fabricado por la empresa de biotecnología californiana Science Corporation.

De los 32 pacientes a los que se les colocó el implante, 27 pudieron volver a leer usando su visión central. Después de un año, mejoraron hasta poder leer 25 letras o cinco líneas más en una tabla optométrica.

Fuente: BBC.com

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