La relación entre las temperaturas elevadas y las lluvias no solo acelera el ciclo reproductivo del Aedes aegypti, sino que también extiende el tiempo durante el cual los mosquitos permanecen activos. Esto incrementa las probabilidades de transmisión del virus.
El dengue es una de las principales amenazas para la salud pública en toda la Región de las Américas. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), hasta septiembre de 2024, se notificaron más de 11,8 millones de casos sospechosos, lo que representa un aumento del 221% en comparación con el mismo periodo de 2023.
Autoridades sanitarias de la provincia de Salta anuncian un “brote histórico” para la presente temporada estival, debido a la combinación de calor y tormentas, condiciones climáticas que favorecen el ciclo de vida del mosquito Aedes aegypti, ya que las lluvias generan agua estancada, facilitando la reproducción del mosquito, principal vector del dengue.
En este sentido, se puso el foco en la concientización ciudadana, ya que ningún sistema de salud, por más desarrollado que sea, puede enfrentar un brote de dengue sin un fuerte trabajo preventivo en los hogares, ayudando con el descacharrado y la limpieza de lugares que puedan generar la proliferación del mosquito.

El Aedes Aegypti es un insecto diurno y suele picar en las primeras horas del día, hasta media mañana, y durante el atardecer. Sin embargo, el horario puede variar según las condiciones del tiempo, por eso es necesario cuidarse siempre, inclusive a la noche.
Este mosquito, además, tiene hábitos domiciliarios, por lo que la enfermedad es predominantemente urbana. La hembra coloca sus huevos (muchas veces invisibles al ojo humano) en los bordes de recipientes donde haya agua acumulada. Por eso es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Eliminar posibles criaderos: Desechar aquellos recipientes sin uso, como pueden ser latas, botellas, neumáticos, bidones de plásticos cortados, entre otros. Y dar vuelta botellas o baldes para evitar que se acumule agua.
Limpieza diaria: Limpiar, cepillar y cambiar todos los días el agua de aquellos recipientes que contienen o acumulan agua, como el drenaje del aire acondicionado, floreros y bebederos de animales. También se recomienda usar agua hirviendo en lugares de difícil acceso como los desagües, o rejillas (cuidando de no quemarse) para minimizar la viabilidad.
Tapar y proteger: Tapar los recipientes que son utilizados para la recolección de agua como tanques, barriles o toneles. También se recomienda cubrir la pileta con una lona (que no acumule agua en los pliegues), tela mosquitera o guardarla debidamente seca.
Cuidado del jardín: Trasplantar las plantas que están en agua a una maceta con tierra, o ponerle arena húmeda en el portamaceta.
Desmalezado: Es fundamental mantener el césped corto en zonas urbanas para afectar la supervivencia de los mosquitos.
Situación del dengue en Argentina
En Argentina, el brote de dengue de la temporada 2023/2024 alcanzó cifras alarmantes, con 756.770 casos notificados hasta principios de octubre. De estos, 188.024 fueron confirmados por laboratorio. Las provincias más afectadas incluyen Buenos Aires, con 108.742 casos confirmados; Córdoba, con 127.660 infecciones; Santa Fe, con 61.476 infecciones y Formosa, con 105.080 contagios.
En el centro y norte del país, se notificaron un total de 565.505 casos de dengue hasta octubre de 2024. La Región Centro (provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa y Ciudad Autónoma de Buenos Aires) reportó 342.886 casos. En la Región NOA (provincias de Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero) se registraron 164.413 contagios. Por su parte, la Región NEA (provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones) informó 58.206 afectados.



